sábado, 30 de julio de 2016

CREATIVIDAD E INICIATIVA

CREATIVIDAD



El término creatividad suele aplicarse para referirse a productos que no son creativos (al menos así se ha constatado en algunos cursos, talleres, etc. con educadores y dirigentes). Quizás ello se deba, no sólo a ignorancia o a la diversidad de enfoques sobre la creatividad, sino además a identificarla con otros términos de significados cercanos, pero que no coinciden en su totalidad con el contenido del concepto creatividad (por ejemplo, iniciativa y espontaneidad) o que son utilizados para definirla sin realizar algunas precisiones imprescindibles para evitar equívocos.

INICIATIVA

La capacidad de iniciativa es la predisposición a emprender acciones, crear oportunidades y mejorar resultados sin necesidad de un requerimiento externo que lo empuje, apoyado en la autoresponsabilidad y la autodirección.
Tener iniciativa supone adoptar una actitud proactiva, despierta ante la realidad y con la madurez suficiente para asumir las consecuencias de la acción. Implica marcar el rumbo por medio de acciones concretas, no sólo de palabras.
No basta con tener voluntad de hacer algo, es necesario dar el paso adelante y ponerse manos a la obra Quien plantea ideas con iniciativa, asume, también, la carga de su realización
También implica una disposición para aprovechar las oportunidades, perseguir los objetivos mas allá de lo que se requiere o se  espera, saltarse la rutina cuando es necesario para realizar el trabajo.
Incluye saber identificar un problema obstáculo u oportunidad y llevar a cabo acciones que contribuyan a su solución.
Junto a la competencia de iniciativa se ponen en marcha otras competencias como creatividad, búsqueda de información, toma de decisiones, gestión del tiempo, compromiso.


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